Es más probable que las mujeres coman por motivos emocionales que los hombres. Los comedores emocionales, que buscan sentirse mejor, tienden a gravitar hacia los alimentos que afectan el centro de placer del cerebro. Por lo general, se trata de alimentos azucarados, grasos y salados que pueden provocar un aumento de peso.
Las investigaciones científicas confirman que los cambios hormonales durante el ciclo menstrual van paso a paso con la nutrición emocional de la mujer. Los momentos de comer en exceso se observan con mayor frecuencia durante la fase lútea (el intervalo de tiempo entre la ovulación y el inicio del sangrado) y en la víspera del ciclo menstrual.